4/5/12

Estribera de la Yamaha XT 350


¡Chapuza!

Soporte cortado
Releyendo la última entrada sobre la XT, me hace lógica gracia como lo acababa: a ver si para invierno puedo empezar a salir con la moto por montaña. Ja, ja, ja. Ni de coña. Después de todo no ha sido por falta de dinero, -que no lo hay-, sino de tiempo.
Así que en noviembre tuve un finde para ponerme con el tema de la estribera y esa magnífica obra de orfebrería que habían hecho con la soldadura. Alfredo me comentó que la moto se pegó una nata por ese lado y se jodieron las roscas donde va atornillado el soporte de la estribera. Al lumbreras-mecánico de turno, en vez de intentar arreglar las citadas roscas, no se le ocurre otra brillante idea que soldar el soporte enterito al chasis, roscar de aquella manera unos tornillos que pilló por ahí y quedarse más contento que la hostia: “-¡Pero que bueno soy!”.
De lo que no se ha dado cuenta el tío listo es que al soldar la pieza ha imposibilitado acceder a la tapa del embrague, ni de que tampoco se puede desmontar el motor del chasis, al menos por el lado derecho.

Repasando con el macho
Bien, manos a la obra. Estudio el tema y con la Dremel hago una buena muesca para guiar la hoja de la sierra. A golpe de serrucho y tras costarme un huevo y medio, consigo separar el soporte de la estribera. ¡La posición de serrar era imposible! Con la amoladora saco los restos de soldadura del bastidor y del soporte y después lo acabo a lima. Lo dejo lo más plano posible para que las dos caras se apoyen bien.Repaso las roscas con el macho de M8 y noto que están tocadas. Pruebo con unos tornillos nuevos: cabeza Allen cincados M8. El tornillo de abajo coge bien pero el de arriba llega un momento que gira sin roscar y toca con el tope del agujero. Lo soluciono taladrando el bastidor con una broca de ø 6,8 para seguir roscando con un macho de M8. Con la broca traspaso el chasis para eliminar ese tope que tenía y conseguir más superficie de rosca. Lo repaso todo bien, avellano los filos de los agujeros y pruebo de nuevo: perfecto. Elijo finalmente un tornillo de M8x40 para el alojamiento de arriba y uno de M8x30 para el otro.
Un poco de pintura

Al encarar el soporte con el chasis observo que no casan bien las dos piezas: hay una separación en la zona del agujero superior. Intercalo una arandela en ese espacio. Recuerdo que al separar la soldadura ya habían puesto otra arandela allí, así que imagino que el fallo de la planitud ya venía de atrás y no era cosa del corte de sierra.
Antes de montarlo todo definitivamente, le doy una manita de pintura a las dos piezas. Lástima que el spray rojo no tiene mucha pintura, aunque suficiente para una mano. Para acelerar el secado le doy con la pistola de calor y en unos 10 minutos ya está seco y puedo montarlo.
Un trabajo bien hecho, artesanal, como se hacía antes en los buenos talleres. Estudiando el problema, trabajando con mimo, sin prisas, con maña, para obtener un resultado satisfactorio y perdurable y que no sea una chapuza para pasar el apuro.

Aquí no ha pasado nada